Los motivos de fuerza mayor contemplados en el estado de alarma del Real Decreto del 14 de marzo son las bases del expediente de regulación temporal de empleo que ha presentado la multinacional sueca Ikea a las autoridades.
Todos los sectores de la economía, que no son esenciales en esta coyuntura, como los servicios públicos, de salud, telecomunicaciones, se han visto en la necesidad de aplicar un ERTE con reducciones de jornadas, disminuciones de salarios e inclusive despidos de personal.
Propuestas de Ikea en la crisis
El expediente se extenderá hasta que cese el estado de alarma en España. El ERTE a IKEA afectará 6600 trabajadores que representan el 83% de la plantilla. Quedan exceptuados del Erte los empleados del Centro Logístico de Tarragona, el personal de ventas online, oficina central, seguridad y mantenimiento.
Se mantiene el cierre de los 16 establecimientos de venta al público, los puntos de entrega y las tiendas de proximidad hasta tanto estén dadas las condiciones para la reapertura y operatividad de las mismas.
Las negociaciones sobre el complemento de prestaciones se mantendrán. Inicialmente se habla de un complemento de salario hasta del 100%, aunque esto puede variar de acuerdo a la prolongación de la situación.
El futuro en Ikea
La multinacional espera mantener los compromisos y los valores que sustentan a Ikea por lo que no habrá ningún despido. Con ello, reafirma su visión de negocios donde “la gente es lo más importante y hacen lo que hoy es Ikea”.
Asimismo, dada las políticas de contención de la pandemia adoptadas por el ejecutivo, confía en una reanudación de sus actividades comerciales en un tiempo prudencial.
El restablecimiento de la economía en el país pasará por un período restrictivo necesario que progresivamente se irá flexibilizando, permitiendo ir normalizando las actividades en todos los sectores y áreas del quehacer cotidiano del país.
